por Carlos Gimeno
De vez en cuando, viene bien una recetita rápida y sencilla que nos saca de cualquier apuro en una sobremesa, merienda, o incluso en el "cumple" de nuestros hijos.
Ingredientes:
Una masa fresca de hojaldre
25 gramos de azúcar
Un huevo
Chocolate de repostería
Preparación:
Para trabajar la masa de hojaldre tiene que estar a temperatura ambiente, con lo cual conviene haberla sacado del frigorífico con anterioridad (la masa de Lidl funciona muy bien aquí). Poner a calentar el horno a 200º C. Trocear el chocolate en cuadrados de 1x1,5 cm. aproximadamente (por su intensidad, hemos utilizado la pastilla de Nestlé Postres, aunque puedes utilizar el que mejor se adapte a tus preferencias, o incluso crear algún relleno propio).
Extender la masa sobre el papel que lo acompaña, colocarla sobre la bandeja de horno y espolvorear toda la superficie con el azúcar, reservando unos 7 gramos (aprox. la cuarta parte). Cortar la masa en 15 trozos iguales, colocando un trocito de chocolate sobre cada una de ellas. A continuación las enrollamos, colocando la parte abierta hacia abajo. Para cerrar los extremos, nos mojamos los dedos con agua y aplastamos la masa para unir las partes. Por útimo, batimos el huevo y pincelamos la parte superior de cada hojaldrito, espolvoreándolos después con el azúcar reservada.
Introducir en el horno, bajando la temperatura a 180º C, hasta que se empiecen a dorar, que es cuando los retiramos, dejándolos enfriar a temperatura ambiente. También los podemos congelar, y cuando queramos consumirlos sólo hay que dejarlos descongelar de forma natural, ¡y listo!
Extender la masa sobre el papel que lo acompaña, colocarla sobre la bandeja de horno y espolvorear toda la superficie con el azúcar, reservando unos 7 gramos (aprox. la cuarta parte). Cortar la masa en 15 trozos iguales, colocando un trocito de chocolate sobre cada una de ellas. A continuación las enrollamos, colocando la parte abierta hacia abajo. Para cerrar los extremos, nos mojamos los dedos con agua y aplastamos la masa para unir las partes. Por útimo, batimos el huevo y pincelamos la parte superior de cada hojaldrito, espolvoreándolos después con el azúcar reservada.
Introducir en el horno, bajando la temperatura a 180º C, hasta que se empiecen a dorar, que es cuando los retiramos, dejándolos enfriar a temperatura ambiente. También los podemos congelar, y cuando queramos consumirlos sólo hay que dejarlos descongelar de forma natural, ¡y listo!
Ya me contarás...